
Frente a Catedral una pareja a cargo de un expendio ambulante de dulces y cigarros sin inconveniente alguno acceden a dibujar un mapa para orientarme en mi búsqueda de la Plaza de Santa Catarina. Lo dibuja el señor. Frente a nosotros un vendedor de carritos de plástico accionados por el escape de globos que se desinflan ofrece cada pieza a 15 pesos. Compro uno en doce después de regatear y ofrecerle 10 pesos. Luego lo extravío. Poco antes
ha llovido un poco y he comprado una capa de plástico en cinco pesos.

En el pasaje comercial que va de la calle de Guatemala a Donceles, un policía de seguridad privada dibuja este mapa. Como puede verse el mapa no es exacto. Recuerda el emplazamiento de un templo que puede ser el de Santo Domingo, pero lo ubica dos calles después de las calles que en los hechos se encuentran a su costado. Lo dibuja con convicción y seriedad. Quizás soy demasiado exigente y en realidad ha dibujado la Plaza de Santa Catarina Mártir, aunque ha omitido dibujar la calle de Perú. Salgo del Pasaje y camino por Donceles hacia Argentina.
En la esquina de Donceles y Argentina encuentro otra tienda ambulante de dulce

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